viernes, 11 de julio de 2014

ACOGER DESDE EL CORAZÓN

En toda Castilla y León existe una gran cantidad de niños y niñas que por diversas circunstancias no pueden ser cuidados por su familia de origen y terminan por ingresar en el sistema de protección.
Por suerte existen otras alternativas este internamiento en un centro de protección, que nadie duda de su funcionamiento, pero tampoco se le oculta a nadie su frialdad si lo comparamos con estar integrado en un hogar. Se trata del Acogimiento Familiar, una solución que se desarrolla a través de familias que de forma voluntaria y solidaria se ofrecen para atender a un/a niño/a en su hogar de manera temporal. Las acogidas pueden ser a tiempo completo (de forma continuada) o a tiempo parcial (determinados fines de semana, vacaciones, días intermitentes).



Cruz Roja colabora con el Programa de Acogimiento Familiar  de la Junta de Castilla y León, formando, valorando y acompañando a las familias durante todo el proceso de acogimiento, facilitando Familias de Acogida a los niños que las necesitan.
Desde CAVECAL consideramos que se trata de una iniciativa muy importante porque sin familias de referencia no puede haber un desarrollo completo de la persona que permita a estos menores crecer como se merecen. Por eso seguiréis teniendo conocimiento de este programa a través de nosotros en los próximos meses. Y es que Cruz Roja nos ha pedido que les ayudemos a dar con familias dispuestas a adquirir este solidario compromiso de dar un hogar de manera temporal a un menor que no necesite. Hemos aceptado encantados, conocedores del programa y su importancia.


Las familias que han pasado por esta experiencia cuenta que les ha aportado mucho en sus vidas y que cuando se ha presentado una dificultad a la que no sabían cómo responder, siempre han contado con el respaldo de Cruz Roja. Es importante tener claro que NO ES UNA ADOPCIÓN y que los niños tienen una familia. También es necesario que toda la familia esté de acuerdo antes emprender esta iniciativa que exige compromiso y que supone integrar en la vida diaria a este niño o niña. Lo mejor para entender el programa es conocer a personas que lo han vivido. Aunque la despedida es dura, afirman, merece la pena.

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