La Federación de Asociaciones Vecinales de Valladolid considera que la modificación del Presupuesto Municipal del 2014, que se incrementa en casi 10 millones de euros destinados a “inversiones financieramente sostenibles” de diversa índole, tiene un difícil encaje con la situación que sufre la ciudadanía de Valladolid.
El Ayuntamiento quiere justificar ese gasto en obras municipales —de las que la Federación ha tenido solo conocimiento a través de los medios de comunicación— en un superávit de cerca de 16 millones de euros en el presupuesto de 2013. Este superávit, en opinión de la federación vecinal, proviene de los incrementos de los impuestos y tasas municipales en 2013 y del recorte de gastos sociales. Como ejemplos se pueden mencionar el aumento del tramo municipal del IBI, las subidas generalizadas en los precios públicos de utilización de instalaciones deportivas y otros servicios o el establecimiento de la “retasa” de basuras. Al mismo tiempo, denuncia la Federación, que el Ayuntamiento ha efectuado recortes en distintas áreas que han visto disminuir su presupuesto en varios millones desde 2011, precisamente en los años en que más han aumentado las necesidades sociales.
Pero hay que ir más allá y preguntarse qué pasa con el presupuesto municipal, cómo es posible que en la situación actual el Ayuntamiento deje de gastar 16 millones de euros de lo presupuestado para el 2013 y cómo es posible que, al redactar el Presupuesto de 2014, no se prevea la existencia de un superávit de esa magnitud. Hay que recordar que la modificación presupuestaria supone un incremento del 36% sobre el presupuesto inicial, que se tramita al margen del procedimiento ordinario.
Sin entrar a valorar de forma detallada las actuaciones concretas, la Federación de Asociaciones Vecinales de Valladolid considera que la toma de decisiones respecto a una inversión de esta magnitud debería ser más participativa para poder acercarse en lo posible a las necesidades reales y más inmediatas de la ciudadanía.
Aunque es cierto que algunas de las actuaciones responden a demandas vecinales, no es menos cierto que muchas de ellas fueron planteadas en un contexto económico y social bien distinto al actual, donde las prioridades pasan por asegurar las necesidades básicas de la ciudadanía y no tanto por la realización de obras, también necesarias, pero no imprescindibles. Además, la Federación de Asociaciones Vecinales considera que no todos los gastos son prioritarios teniendo en cuenta las necesidades sociales existentes ya que, en algunos casos, dichas actuaciones responden a intereses de organizaciones concretas, y otras pueden considerarse obras “de ornato”, sin que supongan contribución alguna al crecimiento económico, como exige la normativa estatal.
Por ello, la federación vecinal se pregunta si todas las actuaciones propuestas son realmente “inversiones financieramente sostenibles” y constituyen “gasto corriente” sin comprometer gastos en ejercicios posteriores, como exige la legislación.
Esta Federación no puede dejar de considerar la influencia de la proximidad de las elecciones municipales en la “aparición” de este cuantioso superávit, especialmente considerando que la mayor parte de las peticiones de las diferentes asociaciones vecinales han sido sistemáticamente rechazadas por falta de presupuesto. Durante el próximo 2015, año electoral, se irán viendo inauguraciones de obras diseminadas por toda la ciudad que ayudarán a mejorar la imagen del equipo de gobierno, bastante afectada últimamente.
Federación de Asociaciones Vecinales de Valladolid
Martes 24 de junio de 2014
El Ayuntamiento quiere justificar ese gasto en obras municipales —de las que la Federación ha tenido solo conocimiento a través de los medios de comunicación— en un superávit de cerca de 16 millones de euros en el presupuesto de 2013. Este superávit, en opinión de la federación vecinal, proviene de los incrementos de los impuestos y tasas municipales en 2013 y del recorte de gastos sociales. Como ejemplos se pueden mencionar el aumento del tramo municipal del IBI, las subidas generalizadas en los precios públicos de utilización de instalaciones deportivas y otros servicios o el establecimiento de la “retasa” de basuras. Al mismo tiempo, denuncia la Federación, que el Ayuntamiento ha efectuado recortes en distintas áreas que han visto disminuir su presupuesto en varios millones desde 2011, precisamente en los años en que más han aumentado las necesidades sociales.
Pero hay que ir más allá y preguntarse qué pasa con el presupuesto municipal, cómo es posible que en la situación actual el Ayuntamiento deje de gastar 16 millones de euros de lo presupuestado para el 2013 y cómo es posible que, al redactar el Presupuesto de 2014, no se prevea la existencia de un superávit de esa magnitud. Hay que recordar que la modificación presupuestaria supone un incremento del 36% sobre el presupuesto inicial, que se tramita al margen del procedimiento ordinario.
Sin entrar a valorar de forma detallada las actuaciones concretas, la Federación de Asociaciones Vecinales de Valladolid considera que la toma de decisiones respecto a una inversión de esta magnitud debería ser más participativa para poder acercarse en lo posible a las necesidades reales y más inmediatas de la ciudadanía.
Aunque es cierto que algunas de las actuaciones responden a demandas vecinales, no es menos cierto que muchas de ellas fueron planteadas en un contexto económico y social bien distinto al actual, donde las prioridades pasan por asegurar las necesidades básicas de la ciudadanía y no tanto por la realización de obras, también necesarias, pero no imprescindibles. Además, la Federación de Asociaciones Vecinales considera que no todos los gastos son prioritarios teniendo en cuenta las necesidades sociales existentes ya que, en algunos casos, dichas actuaciones responden a intereses de organizaciones concretas, y otras pueden considerarse obras “de ornato”, sin que supongan contribución alguna al crecimiento económico, como exige la normativa estatal.
Por ello, la federación vecinal se pregunta si todas las actuaciones propuestas son realmente “inversiones financieramente sostenibles” y constituyen “gasto corriente” sin comprometer gastos en ejercicios posteriores, como exige la legislación.
Esta Federación no puede dejar de considerar la influencia de la proximidad de las elecciones municipales en la “aparición” de este cuantioso superávit, especialmente considerando que la mayor parte de las peticiones de las diferentes asociaciones vecinales han sido sistemáticamente rechazadas por falta de presupuesto. Durante el próximo 2015, año electoral, se irán viendo inauguraciones de obras diseminadas por toda la ciudad que ayudarán a mejorar la imagen del equipo de gobierno, bastante afectada últimamente.
Federación de Asociaciones Vecinales de Valladolid
Martes 24 de junio de 2014