martes, 18 de noviembre de 2014

Consumo responsable

¿Quién no tiene algún pequeño electrodoméstico que no utiliza en casa? Esa licuadora con la que nos prometíamos iniciar un estilo de vida más sano, esa sandwichera que duerme en el horno soñando el día en que nos acordemos de utilizarla...

¿Quién no se ha enamorado alguna vez de esa chaqueta que en casa dejó de parecer favorecedora, de ese vestido que parecía el ideal para todas las ocasiones y que luego no era tan cómodo como nos gustaría...? y ahora esas prendas cuelgan en una percha que estorba cada vez que queremos elegir lo que nos vamos a poner hoy.

¿Cuántas veces no habremos ido a la compra con ganas de esto y aquello, queso de untar, paté, jamón de york y algunos fiambres más... todo en cantidad. Lo abrimos todo, picoteamos, y al final se todo vuelve a la nevera, donde un día haciendo limpieza nos lo encontramos con una capa verdosa cubriendo su superficie?

Son algunos ejemplos que ponen de manifiesto que muchas veces, sin darnos cuenta, hacemos un consumo que no es responsable.

El concepto de Consumo Responsable va mucho más allá. No sólo se queda en la pregunta de si realmente necesitamos algo antes de adquirirlo, sino que nos invita a considerar el impacto ambiental de los productos, desde el punto de vista de su ciclo de vida, valorando sus procesos de producción, transporte, distribución, consumo y sin olvidar los residuos que deja el producto. Asimismo, nos lleva a calcular la huella ecológica de nuestro estilo de vida consumista. Y paso seguido, nos obliga a darnos cuenta de qué empresas, productos y servicios, respetan tanto el medio ambiente como los derechos humanos para decantarnos por ellas. Eso también se traduce en elegir el tipo de comercio que se desea favorecer, asegurarnos la calidad de lo comprado y evitar obsolescencias programadas. En esta línea anima a recordar lo de las cuatro R: reducir, reparar, reutilizar y reciclar; a iniciarse en las múltiples posibilidades del consumo colaborativo, de los bancos de tiempo, de las monedas sociales; a darse a la slow life (vida lenta)...

De todos estos temas, y algunos más, hablaron los asistentes a la Jornada de Consumo Responsable celebrada el pasado sábado, día 15, en Ponferrada, organizada por CAVECAL en colaboración con la Federación de Asociaciones de Vecinos del Bierzo.

Los asistentes mostraron su satisfacción por haber tenido la oportunidad de conocer muchos de los asustos abordados y por comprobar que no estaban solos en su sensibilidad ambiental y social.

Las charlas, a cargo del presidente de CAVECAL, José María Collados, y la técnico Ana Carlos, estuvieron acompañadas por un taller que ayudó a los participantes a fijarse en las etiquetas de los productos cuando hacen la compra, así como a valorar lo que se esconde detrás de los productos antes de hacer una elección de compra.

CAVECAL tiene la intención de seguir extendiendo estas experiencias por las distintas federaciones y sensibilizar a los vecinos para que hagan un consumo responsable y contagien a los demás este importante hábito que si extendemos sin duda cambiará el modelo de sociedad hacia una más justa social y ambientalmente.

Si después de leer esto, te entra el gusanillo de profundizar en estos temas sin esperar más, aquí tienes los enlaces para el documental Comprar, tirar, comprar, sobre obsolescencia programada, de TVE y noticias recientes sobre la lucha contra este problema; una web que da las claves del consumo colaborativo y muestra cömo vivir mejor con menos. Y sigue atento. Volveremos a tratar estos asuntos.

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