Septiembre empieza en lunes

Como una agenda ordenada, como los cálculos exactos de un matemático plasmados en un dibujo lineal, como los horarios apuntados en el cuaderno del colegio. Septiembre, este año, empieza en lunes.

Huele a forro de libros y a lápices recién afilados. Pesan las mochilas que empiezan a salir del armario como pesan las rutinas y responsabilidades que hay que retomar. El despertador en perfecto estado de revista marca el comienzo de la carrera diaria.

Las asociaciones vecinales poco a poco se reactivan tras la siesta veraniega de agosto. No todo es duro. Reencuetros y sonrisas. Ideas que maduraron al sol y que ahora quieren ser compartidas y desarrolladas. Actividades que están deseando nacer. En cierto modo es como una primavera que da paso de nuevo a mucha vida. Abres la puerta y enseguida se cuelan vecinos a preguntar horarios, a pedir informaciones, a interesarse por aquella actividad anunciada, a solicitar ayuda, a denunciar aquel problema que preocupa en su zona, a recordar que hay que seguir reivindicando mejoras que no llegan.

Todavía quedan 21 días de verano. El ritmo todavía es de calentamiento, de puesta en marcha, de entrenamiento. Hay que revisar el correo, desempolvar los bártulos y trazar la ruta.

Bienvenidos a la salida. Que tengamos todos una buena carrera.