ENTREVISTA A JOSÉ MARÍA COLLADOS, PRESIDENTE DE LA CONFEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE VECINOS DE CASTILLA Y LEÓN
José María Collados aboga por que las asociaciones de vecinos de Palencia sean más reivindicativas para mejorar la calidad de vida de los barrios
Licenciado en Historia y arqueólogo, trabaja actualmente como jefe de administración en una empresa que gestiona la orientación laboral. Y cuando termina su jornada, empieza otra más dura, sin horario y sin nómina, la de presidente de la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Castilla y León (Cavecal). Nacido en Francia pero residente desde los cinco años en Salamanca, José María Collados, de 28 años, abandera con su juventud ese 'plan renove' del movimiento vecinal actual hacia otro más participativo y reivindicativo. Algunas de sus líneas de actuación las expuso el pasado sábado, día 20, en la ponencia 'Las asociaciones vecinales: pasado, presente y futuro', pronunciada durante las jornadas de Asociacionismo y Participación Ciudadana celebradas en la Fundación Díaz Caneja.
-¿Cómo ve el presente de las asociaciones vecinales?
-Veo tres defectos principales, y los mostré en la ponencia a través de tres fotos, una de un trozo de carne, otra de macramé y otra del programa 'Salsa rosa'. Lo de la carne es para hacer ver que, si se abre una carnicería, sea para vender carne, porque ahora las asociaciones nos dedicamos a miles de cosas menos a lo que tenemos que hacer, que es reivindicar. En segundo lugar, el macramé y las fiestas están bien como medio para conseguir identidad de barrio, para que la gente se conozca, pero si ese medio se queda en eso, en un puro medio, y no se utiliza para conseguir un fin que es la reivindicación de la mejora de la vida de los vecinos, no sirve para nada. Y en tercer lugar, la imagen de 'Salsa rosa' es porque el presidente de turno de las asociaciones de vecinos se cree el pequeño alcalde, le invitan a las inauguraciones y ha perdido un poco la reivindicación, porque si reivindica le dejan de invitar a esas cosas. Y cuando falta la reivindicación, las asociaciones de vecinos se convierten en un pequeño 'Salsa rosa'.
-¿Y cómo pinta el futuro?
-Las asociaciones de vecinos, lejos de lo que se dice de que han perdido su lugar, tienen más importancia que nunca, porque los problemas de siempre siguen existiendo. Además, tenemos que pasar de esta democracia representativa a la participativa, porque el alcalde de turno que se crea que por ganar unas elecciones tiene un cheque en blanco durante cuatro años se está confundiendo de sistema. Eso es también un reto muy importante para las asociaciones de Castilla y León, que han tomado aire en este último año y estamos muy unidas, trabajando temas importantes. El problema también es que las subvenciones cada vez son menos. Estas organizaciones se basan en la reivindicación, por tanto las administraciones de turno, cuando tienen que decidir donde llevan el dinero, deciden llevarlo mejor a asociaciones de otro tipo que no son tan reivindicativas.
-¿Cómo llegó a la presidencia de Cavecal?
-Empecé en mi barrio, necesitaban a alguien que supiera utilizar un ordenador y una vecina me dijo que entrara para hacerles los papeles. Entré de secretario y después fui a las reuniones de la federación de Salamanca en nombre de mi asociación, y hace tres años, cuando la federación estaba a punto de desaparecer por enfrentamientos, me llamaron y me dijeron que me hiciera cargo yo. Entré, y a raíz de las manifestaciones de Salamanca, desde Castilla y León me animaron en mayo para presentarme, al ser joven y tener una visión moderna de las cosas.
-Una de las cosas que más se echan en falta en las asociaciones de vecinos es la juventud.
-Sí, falta gente joven, en Salamanca hemos creado una asociación de jóvenes vecinos para que reivindiquen lo que ellos creen que es más cercano a ellos y así les conseguimos involucrar luego en el resto de asociaciones. La gente joven sí es reivindicativa, pero lo hace en momentos puntuales, y las asociaciones de vecinos son su sitio porque son muy transversales, todo lo que te propongas lo puedes hacer. Quizá no hemos sabido transmitirles esto, porque si no estoy seguro de que estarían encantados de participar.
-¿Las asociaciones de vecinos son un elemento de control, una llave inglesa para apretar las tuercas a los políticos?
-Sí, son una garantía de democracia, el elemento de control y al mismo tiempo de mediación entre la sociedad y las administraciones. Son algo imprescindible en la democracia y su papel es el de reivindicar. Yo a los políticos les digo que no nos divierte meternos con las administraciones, hacemos lo que ellos también tienen que hacer, mejorar la vida de los vecinos, de los barrios y de la ciudad.
-Pero también se acusa a las asociaciones de politización.
-Ese sambenito siempre nos lo van a poner. Las asociaciones sí hacen política, pero apartidista. Ese sambenito también es interesado, para deslegitimarnos, pero creemos en la justicia social independientemente de quienes gobiernen.
-Del alcalde de Palencia se dice que se gana a los vecinos a través de la imagen popular que proyecta.
-Es bueno tener un alcalde que sea cercano, pero hay que ganarse al vecino por los hechos y por hacer un buen proyecto, y para eso tiene que haber participación.
-Tendrá que ser difícil cambiar ese concepto que se tiene de las asociaciones de vecinos como meros organizadores de 'pancetadas' y verbenas para las fiestas.
-Ahí hay que hacer autocrítica, somos las asociaciones de vecinos las que hemos dado en los últimos años esa imagen. Pero también es porque el estado social en el que vivimos ha hecho que lo más básico lo tengamos, entonces al final nos creemos que la administración no nos pertenece y hemos delegado en tal manera en la administración que cuando se derrocha dinero, creemos que es el Ayuntamiento el que lo malgasta, cuando es nuestro dinero, y los propios vecinos han perdido la conciencia de que las administraciones les pertenecen y que los políticos están a su servicio y no al contrario. Es importante que se hagan fiestas, pero es un medio para conseguir el fin.
-¿Hay que crear vecinos como los de antes?
-Sí, todos nos subimos en el ascensor y nos extrañamos de que en un edificio de cuarenta personas sólo conocemos a tres. Si tenemos una sociedad que tiende al individualismo y no hay nadie que luche contra eso, al final seremos cada vez más individualistas. Cuando hay percepción de vecindad, el resto de las cosas vienen solas, crear vecindad al final es positivo.
-¿Cómo ve las asociaciones vecinales en Palencia?
-Están en un buen momento, también es verdad que en el Ayuntamiento se les da participación, pero tienen que ser más reivindicativas porque las administraciones son muchas y a veces nos adormecemos, pero somos gente que lo hacemos gratuitamente, dentro de nuestro tiempo, y cada vez se nos exige más, porque últimamente, parece que el presidente de una asociación de vecinos tiene que ser abogado, urbanista.
Fuente: El Norte de Castilla
Fuente: El Norte de Castilla
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